Escribo en la mañana del silencio
del olor a chocolate y nueces.
del olor a ensueño.
Escribo en la mañana donde todo
es posible
donde siento la brizna intensa de
mi alma.
Escribo para respirar el aire que
me sostiene
que nutre mi sonrisa
y es aliento
que no esconde sentimiento
para abrazarme en los momentos
para sentirme vigente
resplandeciendo.
Escribo en este nuevo día que me
acompaña en el esfuerzo sonriente.
Escribo, escribo:
del ladrido
del canto del pájaro
del
agua del roció que rezuma de mis ojos
del dolor oprimente en mi pecho
de la sonrisa genuina en mis labios
del claro
de mi alma
de la oscuridad que habita mi cerebro.
para sentir mi cuerpo actuando
mi mente desdiciendo.
Escribo porque nací para ello….
como el herrero al martillo, al yunque ,al
cincel
para trabajar el metal, el
acero….
Escribo para sellarme en la vida
esa que no busque
pero que vivo.
Esa que vino a visitarme y se
quedo.
Esa que es mi lecho
mi abrigo.
mi desaliento
mi sustento.
Foto by Hans Isaacson
Texto: Marisa Albo
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