Ella es

                                                       Fotografia: By David Marcu

La estación era y es indiferente.

Ella siempre iba y va ,con la mirada ajada.

Con los ojos color ausente.

Con la expresión inerte.

Con los labios y mejillas secos de afecto.

Con los brazos cruzados de la gente.

Vestida de vida injusta .

Tuvo y tiene que lidiar todos los días con las miradas ignorantes, no reflexionadas.

Inanimadas, que no comprenden.

Con los oídos que no escuchan.

Con las manos que no acarician.

Con una humanidad cosificada e insolente.

Su abrigo y alimento fue y es, el silencio de la muchedumbre.

En su cama diminuta, el descanso es impertinente.

En su casa ,las preguntas y respuestas, no fueron ni son formuladas ni contestadas.

Los vacíos y los murmullos eran y son  insistentes.

Ella caminaba y camina con la mirada malentendida.

Con las palabras mal escuchadas.

Con la vida malinterpretada.

Ella caminaba y camina con la sonrisa perdida.

Y mientras, ella vagaba y vaga, por las calles de la ciudad de piedra franca, por donde la multitud deambulaba y deambula sin mirar de frente.

Donde las personas giran la cara, y cruzan de acera, porque no la sienten.

Una lagrima quebrada y trasparente recorre la vida de una persona desconocida.

Una persona valiente, que todos los días  transita entre la humanidad zombitizada con su dolor insistente,siempre vigente.

Texto: Marisa Albo, 21 de Julio 2015